Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Evaluación de la mezcla ensilaje de maíz con ensilaje de trébol rosado en diferentes proporciones, en la alimentación invernal de vacas lecheras en la zona sur (página 2)




Enviado por Sergio Hazard T.



Partes: 1, 2

Materiales y métodos

El ensayo se
llevó a cabo en el Proyecto Producción de Leche, del
Centro Regional de Investigación CRI Carillanca, perteneciente
al Instituto de Investigaciones
Agropecuarias (INIA), durante el período comprendido entre
el 16 de mayo y el 9 de agosto de 1994. Este Centro de
Investigación se encuentra ubicado a 20 km. de la ciudad
de Temuco (38° 41` latitud Sur y 72° 25` longitud Oeste,
a 200 .m.s.n.m.).

Se utilizaron 24 vacas de la raza Frisón Negro
Chileno que habían pasado el pico o punto máximo de
producción de leche (6.500 L/lactancia en
promedio), paridas en el otoño y seleccionadas para
configurar los diferentes tratamientos según fecha de
parto,
producción anterior y número ordinal de parto. Los
animales se
estabularon en un corral colectivo separados por tratamiento. Los
corrales estaban provisto de techo, piso de cemento,
cubículos individuales con colchonetas rellenas con paja,
agua a
discreción y comederos colectivos.

El diseño
estadístico utilizado correspondió a bloques
completos al azar con 8 repeticiones, utilizándose como
factor de bloqueo la producción inicial, días de
lactancia y número ordinal de parto. El tratamiento TI
consumió 100 % de M.S. de ensilaje de maíz; el
tratamiento TII 66 % de MS. de ensilaje de maíz y el resto
ensilaje de trébol rosado. Finalmente en el TIII estas
últimas proporciones se invirtieron (Cuadro 1).
Adicionalmente se agregaron 300 gramos de sales minerales/vaca/día, las que se mezclaron
con el o los ensilajes de cada tratamiento.

Cuadro 1.
Tratamientos utilizados en el ensayo.
Table 1 . Treatments used in the experiment.

T I

T II

T III

Ensilaje de maíz1

100

66

33

Ensilaje de trébol
rosado1

___

33

66

Heno de alfalfa2

4

4

4

Concentrados2

6

6

6

Sales Minerales3

0,3

0,3

0,3

1Expresado como % de materia seca
del forraje consumido, ya sea heno o ensilaje.
2 Expresado como kg. tal
como ofrecido.
3Sales minerales que se
mezclaron con el o los ensilajes.

El ensilaje de maíz se obtuvo de una variedad
semi-precoz denominada Pioneer 3929, el que fue sembrado a
inicios de noviembre. La cosecha se realizó
aproximadamente a los 130 días cuando el grano de
maíz se encontraba al estado pastoso
a duro (28,14 % de MS). Para la elaboración del ensilaje
de trébol rosado se utilizó una pradera de segundo
año. Al momento de la cosecha el trébol rosado se
encontraba con un 30% de floración; se cortó con
una segadora y se premarchitó durante 12 horas en el mismo
potrero.

En las raciones se utilizó heno que
correspondió a alfalfa de segundo corte proveniente de la
zona central. Este heno fue sometido a una serie de análisis de laboratorio,
con el objeto de determinar: MS, PC (A.O.A.C., 1970) y
Energía metabolizable mediante el método
Fibra Detergente Acido Modificado (Van Soest y Wine,1967).
Los valores
obtenidos se presentan en el Cuadro 2.

Cuadro 2.
Composición nutritiva de los ensilajes de maíz, de
trébol rosado y heno de alfalfa utilizado en el
experimento. Temuco, Chile.
Table 2. Nutritional composition of corn silage, red clover silage and
alfalfa hay used in the experiment. Temuco, Chile.

ANALISIS

ENSILAJE DE
MAIZ

ENSILAJE TREBOL
ROSADO

HENO ALFALFA

Materia Seca (%)

28,14

39,44

84,5

Proteína Cruda
(%)

8,35

15,69

21,0

Proteína Verdadera
(%)

54,08

58,19

Energía Digestible (Mcal
kg-1 MS)

3,29

2,72

2,68

Energía Metabolizable
(Mcal kg-1 MS)

2,68

2,23

2,20

Total Nutrientes Digestibles
(%)

74,50

61,70

Fibra Detergente Neutro
(%)

46,90

52,10

Nitrógeno Amoniacal
(%)

4,73

6,99

pH

3,68

4,80

Proteína degradable
(%)

52,70

58,70

Las raciones fueron isoproteicas y se trató de
ajustarlas a un 15,5 % de proteína cruda (PC). Este ajuste
se logró a través de los diferentes componentes del
concentrado, los cuales se confeccionaron con los mismos
ingredientes, pero variando en su proporción según
el tratamiento y el nivel de consumo de
ensilaje a través del tiempo. Los
concentrados se elaboraron con grano de maíz, afrecho de
soya, cebada, harina de pescado, cuya composición química se indica en
el Cuadro 3.

Cuadro 3.
Composición nutricional de los insumos utilizados en los
concentrados del ensayo.
Table 3. Nutritional composition of the inputs used in the
experimental concentrates.

Insumo

Materia Seca
(%)

Proteína
(%)

Energia Metabolizable (Mcal kg
-1 MS)

Maíz

86,3

9,0

3,34

Afrecho Soya

89,5

51,11

3,00

Cebada

89,0

10,72

3,13

Harina Pescado

92,5

75,40

2,49

Previo al ensayo propiamente tal, todos los animales del
rebaño fueron estabulados en corrales colectivos techados,
donde recibieron una ración de ensilaje de pradera,
ensilaje de maíz, heno, sales minerales comerciales y
concentrado. Una semana antes de iniciar el período
pre-experimental, los animales seleccionados para el ensayo se
estabularon en sus respectivos corrales, separados por
tratamiento. El período pre- experimental tuvo una
duración de 15 días y el objetivo fue
acostumbrar a los animales a la ración experimental, la
que se incorporó gradualmente. Además, en este
período se midió el consumo diario de ensilajes, lo
que permitió ajustar el racionamiento de ensilaje de
acuerdo al objetivo del ensayo.

El período experimental tuvo una duración
de 70 días. En este período los animales tuvieron
acceso a comederos colectivos por tratamiento, lugar donde
recibieron alimentación en dos raciones diarias (08:30
y 14:30 horas), suministrando en cada oportunidad 2 kg/animal de
heno de alfalfa y 2 kg de concentrado. Con esto procedimiento se
trataba que los animales consumieran prácticamente todo el
heno y el concentrado que consideraba cada tratamiento.
Posteriormente se les ofrecieron a discreción los
diferentes ensilajes, permitiéndose un rechazo de ensilaje
de 7 a 10%. El resto del concentrado se suministró a
razón de un kg durante la ordeña de la
mañana y 1 kg en la de la tarde. Diariamente se controló
el consumo voluntario por corral restando a lo ofrecido el
material voluminoso y el concentrado rechazado.

Para estimar el consumo de forraje, se asumió un
rechazo uniforme de los ensilajes y demás componentes de
la ración; es decir, el rechazo conservó las mismas
proporciones en que había sido ofrecido. Así, los
kilogramos rechazados se restaron como porcentaje a lo ofrecido,
y se obtuvo un consumo promedio de materia seca por animal y por
día, obteniéndose de esta manera un consumo
promedio por día del grupo de vacas
de cada tratamiento

Las vacas fueron ordeñadas 2 veces al día,
determinando la producción de leche individual por vaca,
utilizando medidores totales de tipo electrónico. Tres
veces por semana se obtuvo una muestra compuesta
en un 60% por la leche de la ordeña de la mañana y
un 40% por la obtenida en la ordeña de la tarde, la que se
preservó con dicromato de potasio a 5º C. Estas
muestras se fueron mezclando en proporciones iguales hasta
obtener una muestra compuesta quincenal, la que se envió
al Laboratorio de Nutrición Animal del
CRI Carillanca para la determinación de proteína
cruda (A.O.A.C., 1970) antes de haber recibido su ración
de la mañana y después de la ordeña, materia
grasa (Milkotester) y sólidos totales (A.O.A.C.,
1970).

Los animales se pesaron individualmente antes de haber
recibido su ración de la mañana y después de
la ordeña, durante dos días consecutivos al inicio,
final y cada quince días,. Asimismo, se determinó
en cada tratamiento la condición corporal de los animales
al inicio, mitad y final de la experiencia, mediante el
método descrito por Wernli et al. (1984). Los animales
individualmente fueron calificados por tres personas para obtener
una condición corporal promedio.

Por otra parte, al inicio, mitad y final del
período experimental (1, 35 y 70 días) se
obtuvieron muestras de sangre de la vena
caudal de todos los animales, después de la ordeña
de la mañana, mediante un tubo al vacío. Las
muestras fueron centrifugadas a 3500 rpm durante 15 min,
obteniendo suero, el que fue congelado y trasladado hasta la
Facultad de Ciencias
Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de
Chile. Se determinó la concentración de
albúmina por el método del Verde Cresol, proteínas
plasmáticas y la enzima aspartato amino transferasa, con
el método de cinética, los tres de Boehringer
Mannhein (Figallo, 1994).

Al inicio del ensayo se tomaron muestras de los dos
ensilajes. Posteriormente se colectaron 3 muestras semanales, las
que conformaron una muestra compuesta representativa de quince
días, que fueron secadas en horno y molidas. Esta muestra
fue analizada para determinar: MS (A.O.A.C., 1970), PC (A.O.A.C.,
1970), proteína verdadera (Bateman,1970), Total nutrientes
digestibles (Bateman,1970), Fibra Detergente Neutro (Goering y
Van Soest, 1972), Nitrógeno amoniacal (Bateman,1970),
pH
(Bateman,1970), La proteína degradable se estimó de
acuerdo al método propuesto por Becker (1961) y la
energía metabolizable de los forrajes se estimó
mediante el método Fibra Detergente Acido Modificado (Van
Soest y Wine ,1967) (Cuadro 2). Los análisis se hicieron
en el Laboratorio de Nutrición Animal del CRI
Carillanca

En relación al modelo y
análisis estadístico se puede señalar que la
producción diaria de leche, peso de los animales,
componentes lácteos y
los indicadores
bioquímicos plasmáticos, se evaluaron en un
análisis de varianza de medidas repetidas (Barrales y
Flores, 1990). Cada animal fue considerado como una
repetición y en el caso del consumo de ensilajes, se
utilizó cada medición diaria como una repetición.
Las diferencias entre tratamientos se evaluaron a través
de la Prueba de Duncan.

El consumo diario de ensilaje fue analizado ajustando
los valores
obtenidos a un modelo cuadrático, del que se obtuvo la
curva de regresión correspondiente, cuyos valores beta se
sometieron a un Test de
homogeneidad.

Para comparar las observaciones de condición
corporal de los animales del ensayo, se utilizó el
análisis de varianza no paramétrico de
Kruskal-Wallis (Siegel, 1972) A objeto de analizar diferencias
entre los tratamientos y el tiempo, se utilizó como
análisis comparativo el Test de Nemenyi (Siegel,
1972).

La producción diaria de leche se analizó
utilizando a la producción inicial del período
pre-experimental como covariable. Para efectos de análisis
la leche se corrigió a un 3,5% de materia grasa. Por otra
parte, el peso de los animales fue covariado de acuerdo al peso
registrado al inicio del período pre- experimental. Se
sometió luego a un análisis de covarianza y se
elaboró una curva de regresión. . La totalidad de
los análisis mencionados se realizaron en el Centro
Regional de Investigación La Platina, INIA, en el Programa de
Biometría, que dispone del programa estadístico
SAS.

Resultados y
discusión

El rendimiento del trébol rosado fue de 7.442 kg
de MS ha-1; el material fue almacenado en un silo tipo
canadiense, el que se cubrió con plástico y
fardos de paja. Por otra parte, el rendimiento del ensilaje de
maíz fue de 14.294 de MS ha-1 y se almacenó en un
silo torre. La composición química de los ensilajes
utilizados se muestra en el Cuadro 2.

El rendimiento del ensilaje de trébol rosado
puede ser considerado normal para esta especie en nuestro
país (Ortega et al., 1991). También es concordante
con los rendimientos obtenidos en el extranjero por Thomas et al.
(1985), Hoden et al. (1987) y Giovanni (1992). Asimismo, los
valores reportados por los investigadores Lessard y Fisher
(1980), Atwal y Erfle (1988), Moran y Wamungai (1992), son
coincidentes con los encontrados en este ensayo para el ensilaje
de maíz. Por otra parte, los parámetros
fermentativos de pH y N – NH3 del trébol rosado fueron
mayores a los del maíz. Esto demuestra la mayor
proteólisis ocurrida en este forraje, y con ello, la mayor
dificultad en disminuir el pH. Sin embargo, estos valores se
enmarcan dentro de lo recomendado y señalado por Thomas et
al. (1985) y Giovanni (1992), lo que demuestra una correcta
preservación del cultivo, corroborando además que
el premarchitamiento permite ensilar este tipo de leguminosas sin
necesidad de utilizar aditivo.

El Cuadro 4 entrega los resultados de producción
de leche neta, observándose que existen diferencias
significativas (P< 0,05) entre TIII y el resto de los
tratamientos. En el caso de la producción de leche
corregida a un 3,5% de MG, la situación es distinta, ya
que no se detecta un efecto debido al tratamiento.

Cuadro 4.
Producción de leche (L) promedio y corregida de las vacas
del ensayo.
Table 4. Mean daily milk production (L) and fat corrected
milk.

Tratamiento

Producción
promedio

Producción
corregida

I

23,78 a ± 4,51

23,31 a ± 4,51

II

23,65 a ± 4,84

23,32 a ± 4,78

III

22,61 b ± 2,70

22,30 a ± 3,36

Letras distintas en una misma columna indican
diferencias significativas (P< 0,05) entre las
comparaciones.

Estos resultados se podrían explicar por la buena
calidad de los
ensilajes utilizados en este experimento. Estos datos concuerdan
con lo publicado por Hoden et al.(1987) y Atwal y Erfle (1988)
quienes no encontraron diferencias significativas en
producción de leche, al comparar una ración mixta
de ensilaje de maíz-ensilaje de leguminosas, con ensilaje
de maíz como único forraje. Por otra parte,
Montgomery et al. (1976), Lessard y Fisher (1980), Dulphyet
al.(1984), Thomas et al. (1985), Bando y Deoka (1990) y Chenais
et al. (1993), señalan un efecto benéfico en
producción de leche al incluir ensilaje de leguminosas en
la ración, ya que estimulan el consumo y permite buenas
producciones de leche. A objeto de ejemplificar la importancia de
la calidad del ensilaje en la producción del animal
tenemos el caso informado por Moran y Wamungai (1992), quienes
utilizando una ración compuesta de 60 % de ensilaje de
maíz y 40 % de ensilaje de trébol rosado debieron
suspender el ensayo a las 8 semanas de iniciado, debido a que la
producción de leche decreció dramáticamente.
Esto se debió a deficiencias nutricionales provocadas por
un inadecuado pre-marchitamiento, lo que derivó en la
producción de gran cantidad de efluentes, con
pérdidas severas en azúcares, y por lo tanto de
energía, lo que finalmente se tradujo en un ensilaje
pobremente fermentado, con alto pH (4,39) y nitrógeno
amoniacal (10%).

El Cuadro 5 muestra lo que ocurre con la
composición porcentual promedio de la leche durante todo
el ensayo en los diferentes tratamientos. Las distintas dietas a
las que se sometieron los animales no tuvieron efecto (P>
0,05) sobre la composición láctea, en
términos de sólidos totales, PC y MG de la leche.
Sin embargo, las vacas que consumieron ensilaje de trébol
rosado presentan una tendencia hacia un mayor contenido de
materia grasa y menor proteína láctea,
situación que es explicada por un mayor consumo de FDN que
realizaron las vacas de los tratamientos que consumieron ensilaje
de leguminosa. Sobre el particular, Montgomery et al. (1976),
Lessard y Fisher (1980) y Atwal y Erfle (1988) trabajaron
suplementando el ensilaje de maíz con ensilaje de alfalfa
(Medicago sativa L.) ó trébol rosado y sus
resultados son coincidentes con los de este ensayo. Sin embargo,
Thomas et al. (1985), Hoden et al. (1987), Chenais et al. (1993)
encontraron una situación desfavorable en la
composición láctea con el uso de leguminosas como
ensilaje.

Cuadro 5.
Composición porcentual promedio, por tratamiento de la
leche de las vacas en ensayo.
Table 5. Average milk composition percentage, per
treatment of the milk in the experiment.

Producción de:

T I

T II

T III

Materia grasa

3,37 a ± 0,45

3,51 a ± 0,45

3,49 a ± 0,43

Proteína

3,47 a ± 0,34

3,37 a ± 0,32

3,32 a ± 0,22

Sólidos totales

11,4 a ± 0,86

11,7 a ± 0,72

11,8 a ± 0,75

Letras distintas en una misma fila indican diferencias
significativas (P< 0,05) entre las comparaciones.

Sin embargo, al analizar los contenidos de MG, PC y
sólidos totales de la leche de todas las vacas en su
conjunto, independiente del tratamiento, en las diferentes
quincenas del ensayo se encontraron diferencias significativas a
través del tiempo (P< 0,05) (Cuadro 6). En general se
observa una cierta tendencia a que estas variables
tendieron a aumentar al acercarse el final de la experiencia. La
excepción lo constituye el contenido de MG la que
aumentó entre los días 30 y 60 y no así
entre la primera y segunda quincena. Lo normal es que en la
medida que disminuye la producción de leche se incrementa
el contenido de materia grasa y proteína cruda (Hazard,
1997). Por su parte, Baechler (1995) señala que el aumento
en materia grasa y proteína de la leche es un indicador de
la normalidad fisiológica en el ciclo productivo de los
animales.

Cuadro 6.
Composición porcentual promedio a través del tiempo
de la leche del total de las vacas independientemente del
tratamiento.
Table 6. Average composition percentage pattern of the
milk for all the cows independent of the treatment throughout the
experiment.

Día

Materia grasa

Proteína

Sólidos
totales

15

3,46 b ± 0,39

3,25 b ± 0,20

11,4 c ± 0,68

30

3,14 c ± 0,42

3,28 b ± 0,30

11,1 c ± 0,70

45

3,33 b ± 0,46

3,32 b ± 0,29

11,7 b ± 0,48

60

3,83 a ± 0,18

3,61 a ± 0,32

11,9 ab ± 0,62

70

3,52 b ± 0,41

3,49 a ± 0,25

12,2 a ± 0,95

Letras distintas en una misma columna indican diferencias
significativas (P< 0,05) entre las comparaciones.

El consumo de ensilaje base materia seca (BMS) y tal
como ofrecido (T.C.O.) se analizó basándose en los
datos obtenidos como consumo promedio de ensilaje por
vaca/día/ tratamiento, observándose diferencias
significativas (P< 0,05) al someter los beta de las
regresiones al Test de Homogeneidad. (Cuadro 7). Es posible que
estas diferencias detectadas hubiesen cambiado si elensilaje de
maíz utilizado hubiera contenido un mayor porcentaje de
materia seca (32-33 %). Sin embargo, los resultados obtenidos en
este experimento son coincidentes con los entregados por
Montgomery et al. (1976), Lessard y Fisher (1980) y Hoden et al.
(1987), quienes observaron un consumo voluntario superior para
raciones que contenían ensilaje de leguminosas. En
cambio,
Chenais et al. (1993) indica una situación inversa a lo
aquí señalado. Finalmente, Atwal y Erfle (1988) no
detectaron variaciones significativas en el consumo con el uso de
este tipo de forraje.

Cuadro 7.
Consumo de alimentos de los
animales de la experiencia.
Table 7. Feed intake of the animals per
treatment

T I

T II

T III

Consumo MV ensilaje1

35,84

38,30

38,28

Consumo MS ensilajes

10,33 b

11,83 a

11,39 a

Consumo MS heno

3,38

3,38

3,38

Consumo MS concentrado

5,28

5,28

5,28

TOTAL MS

18,99 b

20,49 a

20,05 a

Consumo MS como % peso vivo.

3,74 a

3,63a

3,54a

Consumo MS/unidad de peso
metabólico

0,177a

0,177a

0,173a

 

Letras distintas en una misma fila, indican diferencias
significativas (P< 0,05) entre las comparaciones.
1 MV: Materia
verde.

Por otra parte, al expresar el consumo de MS en
relación al peso vivo (PV) y consumo expresado por unidad
de peso metabólico, no se observaron diferencias
significativas (P> 0.05). De acuerdo a los datos obtenidos en
este ensayo, el consumo de MS promedio fue superior a las
estimaciones entregadas por NRC (1988) de 3,13% del PV, para
vacas con 550 kg, 23 L de leche día-1 y 3,3% de
MG, ya que en este ensayo se encontraron consumos promedios que
equivalen a un 3,54 a 3,74% del PV.

Con respecto a la variable PV de los animales, se
determinaron diferencias significativas (P< 0,05) entre los
tres tratamientos y a lo largo del tiempo. Sin embargo, esto se
debería a que las vacas del tratamiento I fueron
más livianas desde el comienzo del ensayo, lo que
también se refleja en el peso metabólico (Cuadro
7).

Además se determinó que existieron
diferencias significativas (P< 0,05) por tratamiento, en la
condición corporal (CC) de las vacas utilizadas en la
experiencia (Cuadro 8). Al someter los datos al Test de Nemenyi
(Siegel, 1972), se encontraron diferencias significativas (P<
0,05) entre las tres fechas analizadas, lo que se observa en el
cuadro anteriormente señalado. Existe una tendencia a
aumentar la CC a través del tiempo en el tratamiento I y
una disminución en el tratamiento III. En el caso del TI
es el único que no bajó su CC durante el ensayo,
dado que el tipo de energía aportada en forma de
almidón conlleva a la formación de precursores de
glucosa, y por
lo tanto estimulación de la insulina, lo que implica que
la vaca no responda con una mayor proporción de leche,
sino que tiende a engordar y por lo tanto a aumentar su CC. Por
otra parte, las vacas del TIII fueron las únicas que
terminaron el período experimental con menos CC que al
inicio.

Cuadro 8.
Peso vivo, peso metabólico, ganancia diaria de peso
promedio y condición corporal de los animales del
ensayo.
Table 8. Mean body weight, metabolic weight and daily
weight gains and body condition of the animals of the
experiment.

T I

T II

T III

Peso vivo promedio ensayo, kg

508,05 b ±
31,91

564,58 a ±
61,13

566,45 a ±
56,35

Ganancia diaria de peso, kg
d-1

0,377 b

0,572 a

0,274 a

Peso metabólico, kg

107,01

115,82

116,10

Condición corporal día
1

3,18

3,31

3,52

Condición corporal día
35

3,29

3,29

3,37

Condición corporal día
70

3,31

3,49

3,44

Condición corporal promedio por
tratamiento

3,26 c ± 0,22

3,36 b ± 0,23

3,44 a ± 0,26

Letras distintas en una misma fila indican diferencias
significativas (P< 0,05) entre las comparaciones.

Dado que el peso y la CC se encuentran asociados, es
necesario analizarlos en conjunto, y desde este punto de vista,
se observa que las vacas del tratamiento III si bien presentaron
un mayor peso inicial, fueron a su vez las que presentaron una
disminución en su CC, lo que se refleja en que presentaron
una menor ganancia de PV (Cuadro 7). Estos resultados no son
coincidentes con los existentes en la literatura, ya que varios
investigadores no han encontrado variaciones en PV o CC
significativas, al utilizar raciones a base de ensilaje de
leguminosas y ensilaje de maíz (Montgomery et al., 1976;
Lessard y Fisher,1980; Hoden et al.,1987; Atwal y Erfle, 1988;
Bando y Deoka, 1990; Chenais et al.,1993). Los animales
utilizados por estos investigadores estaban en su segundo tercio
de lactancia, y si bien no se encontraron diferencias
significativas en peso vivo, en todos los ensayos se
observó ganancia de peso entre las dietas experimentales.
En el caso de Chenais et al. (1993), ocurrieron pérdidas
de peso (-118 g día-1) cuando los animales consumieron
ensilaje de alfalfa y ensilaje de maíz, contrariamente a
lo observado con el régimen mixto basado en ensilaje de
trébol rosado y ensilaje de maíz, donde las
variaciones de peso vivo (+38 g día-1) son comparables a
las observadas con ensilaje de maíz como único
alimento (-189 a +300 g día-1).

Para efectos de explicar estas diferencias, se
calcularon de acuerdo al NRC (1988) los requerimientos nutritivos
considerando el PV promedio de las vacas de cada tratamiento, y
produciendo 23 L de leche día-1 con un 3,5% de MG. El
requerimiento de energía metabolizable y proteína
cruda fue de 44,71 Mcal; 2,918 kg, 44,89 Mcal; 2,925 kg y 44,71
Mcal; 2,926 kg, para los tratamientos TI; TII y TIII
respectivamente. El requerimiento tabular de proteína
degradable es de 1,635 kg. De acuerdo a estos valores y
comparándolos con la ingesta de los diferentes nutrientes
(Cuadro 9) se puede inferir que los animales del TI, TII y TIII
consumieron un exceso de proteína de 0,012 kg; 0,205 kg. y
0,124 kg día-1, respectivamente, lo que en
porcentaje representa un 0,4; 7,0 y 4,2 %. Para la energía
metabolizable, existieron aportes superiores en 11,76; 12.92 y
8,16 Mcal día-1, equivalentes a un 26,3; 28,8 y
18,2 %, para los tratamientos I, II y III, respectivamente. Estos
excesos de nutrientes ingeridos se reflejan en la ganancia diaria
de peso (Cuadro 8), ya que el grupo con mejor respuesta fue el
tratamiento II y el de menor ganancia, el III. Sin embargo, es
necesario destacar que los animales de éste último
grupo fueron las que de un comienzo presentaron el mayor PV y
mejor condición corporal

Cuadro 9.
Consumo promedio diario de nutrientes y concentración de
EM y PC de las raciones de las vacas alimentadas con las tres
raciones experimentales.
Table 9. Average daily intake of nutrients and
concentration of ME and PC of the rations of the cows fed the
three experimental rations.

NUTRIENTE

T I

T II

T III

Energía metabolizable total consumida
día (Mcal)

56,47

57,81

53,08

Concentración energética (Mcal EM
kg -1 MS consumida)

2,97

2,82

2,65

Proteína cruda total consumida día
(kg)

2,93

3,13

3,05

Porcentaje de proteína cruda
kg-1 de MS consumida

15,4

15,3

15,3

Proteína degradable total diaria
consumida (kg)

1,672

1,885

1,909

Wernli et al (1984) señalan que es común
observar en vacas cuyo potencial productivo es sobrepasado por el
suministro de dietas de alto valor
nutritivo, un desvío en la utilización de los
nutrientes hacia la síntesis
de tejidos de
reserva, como el adiposo y proteína tisular lábil.
Por lo tanto, este excedente en nutrientes se refleja en un
mejoramiento de la condición corporal y ganancia de
peso.

De los indicadores bioquímicos plasmáticos
medidos durante el ensayo, sólo la enzima Aspartato Amino
Transferasa (AST) presentó diferencias significativas
(P< 0,05) entre los tratamientos y a través del tiempo
como consecuencia del uso de las diferentes dietas (Cuadro 10).
Cabe señalar que las vacas del TIII fueron las que
presentaron los valores mas altos de AST, lo que es coincidente
con la pérdida de CC y menor ganancia de peso durante el
ensayo.

Cuadro
10.
Aspartato amino transferasa (AST) de las vacas en
estudio, agrupada por tratamiento y día de medición
(UI L-1).
Table 10. Aspartate amino transferase (AST) blood serum of
the cows per day and treatment (UI L-1).

Días

T I

T II

T III

Promedio
días

1

42,14

40,50

55,13

46,09 a ± 11,36

35

37,25

35,63

48,75

40,54 b ± 9,45

70

36,75

41,00

46,88

41,54 b ± 9,88

Prom. tratam.

38,56 b ± 8,08

39,04 b ± 7,85

50,25 a ± 10,65

Letras distintas dentro de una misma fila o columna indican
diferencias significativas (P< 0,05) entre las
comparaciones.

La información respecto de las
proteínas plásmaticas totales y albúmina es
entregada en los Cuadro 11 y 12, respectivamente. En
términos generales, los promedios mostrados por los
indicadores plasmáticos se encuentran dentro de los rangos
considerados normales. Para la especie bovina, Kaneko, (1989)
entrega los siguientes valores: AST, 51-86 UI L-1;
proteínas totales, 7,0-8,5 g dL-1 y
albúmina 3,03-3,48 g dL-1. Por su parte,
Wittwer y Contreras (1980), señalaron para rebaños
lecheros en relación a los mismos indicadores valores de:
<70UI L-1; 6,6-9,0 g dL-1 y 2,9-3,8 g
dL-1, respectivamente.

Cuadro
11.
Proteínas plasmáticas totales, ordenadas
por día y tratamiento de las vacas sometidas al ensayo (g
dL-1).
Table 11. Plasmatic protein blood serum levels per day and
treatment of the experimental cows (g
dL-1).

Días

T I

T II

T III

Promedio
días

1

8,70

8,59

8,76

8,68 ± 0,44 a

35

8,45

8,36

7,93

8,25 ± 0,75 a

70

8,68

8,84

8,29

8,61 ± 0,57 a

Prom. tratam.

8,60 ± 0,69

8,60 ± 0,58

8,33 ± 0,57

Letras distintas dentro de una misma fila o columna indican
diferencias significativas (P< 0,05) entre las
comparaciones.

Cuadro
12.
Albúmina de las vacas sometidas al ensayo,
presentadas por tratamiento y día de medición (g
dL-1).
Table 12. Blood serum albumin of the experimental cows per
treatment and day (g dL-1).

Días

T I

T II

T III

Promedio
días

1

4,06

4,16

4,07

4,10 ± 0,57 a

35

4,05

4,10

3,99

4,05 ± 0,53 a

70

4,16

3,94

4,17

4,09 ± 0,73 a

Prom. trat.

4,09 ± 0,62

4,07 ± 0,48

4,07 ± 0,37

Letras distintas dentro de una misma fila o columna indican
diferencias significativas (P< 0,05) entre las
comparaciones.

Si bien es cierto que el promedio de AST del tratamiento
III se enmarca dentro de los rangos de normalidad, el hecho que
haya sido significativamente mayor en comparación al resto
de los tratamientos (Cuadro 10), podría relacionarse con
los elevados niveles de proteína degradable de la
ración consumida por dichos animales (Cuadro 9) y pudo
haber producido algún efecto negativo sobre la
funcionalidad hepática. Sin embargo, es muy improbable
dado que las vacas de este grupo iniciaron el ensayo con niveles
de AST mayores a los registrados por las vacas de los otros
tratamientos. Además, si se considera que las vacas del
tratamiento III presentaron una disminución en los
promedios de este indicador en los sucesivos análisis, no
se puede afirmar que la ración con mayor nivel de
inclusión de ensilaje de trébol rosado haya
afectado negativamente la funcionalidad hepática ni
el estado de
salud de los
animales.

Conclusiones

El ensilaje de trébol rosado es una alternativa
viable para sistemas de
producción de leche invernal y de acuerdo a los
resultados obtenidos en este ensayo se puede utilizar en niveles
de hasta un 33 % del total de la MS consumida como forraje, en
atención a que se produce la mayor cantidad
de leche y no se afecta su composición.

Literatura citada

A.O.A.C. 1970. Official
methods of analysis. Association of Official Chemists. 1015 p.
11th ed. Washington DC., USA.

Atwal, A. S. and J. D.
Erfle. 1988. Comparison of wilted – alfalfa silage and alfalfa
hay preservated with propionic acid in corn – silage – based
diets for milking cows. Can. J. Anim. Sci. 68: 801 –
809.

Baechler, E. 1995.
Efecto de la nutrición – alimentación sobre la
composición láctea. p. 122 – 150. In Lanuza,
F. (ed.) Seminario Calidad
de Leche Bovina. Osorno, Chile. 23-24 junio 1995. Instituto de
Investigaciones Agropecuarias, Centro Regional de
Investigación Remehue, Osorno, Chile.

Bando, T. and K. Deoka.
1990. Effects of legume silage supplementation on feed intake and
milk production of dairy cows fed corn silage – based diets.
(CD CAB
ABSTRACTS 1990-1991). Bulletin of the Hokkaido Prefectural
Shintoku Animal Husbandry Experiment Station. 17: 2-3;
13-19.

Barrales, L., y H.
Flores. 1990. Mediciones en la unidad experimental primaria. 21
p. Boletín de Biometría Nº 9. Instituto de
Investigaciones Agropecuarias. Estación Experimental La
Platina. Santiago, Chile.

Bateman J.V. 1970.
Nutrición Animal. Manual de
métodos
analíticos. 468 p. Centro Regional de Ayuda
Técnica, México.

Becker, N. 1961.
Análisis y valoración de piensos y forrajes. 209 p.
Editorial Acribia, Madrid,
España.

Chenais, F., A. Le
Gall, et J.P. Jullien. 1993. Interét de l'introduction
d'ensilage de légumineuses dans les rations á base
d'ensilage de mais en production laitiére. Fourrages 134:
259-265.

Dulphy, J.P., J.P.
Andrieu, J. Bony, et J. Rouel. 1984. Conservation d'ensilage
á base de tréfle violet et utilisation par des
vaches laitiéres. Bulletin Techique Centre de Recherches
Zoologiques et Veterinaires de Theix (INRA) 58: 31-37.

Figallo S.,
R.M.. 1994. Respuesta productiva de vacas lecheras
alimentadas con raciones completas isoenergéticas e
isonitrogenadas pero de diferente degradabilidad ruminal de su
proteína. 115 p. Tesis de
Magister en Ciencias Veterinarias. Universidad de Chile, Facultad
de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Santiago, Chile.

Giovanni, R. 1992.
Valeur alimentaire du tréfle violet utilisé en vert
et selon trois modes d'ensilage. Fourrages 131:
251-269.

Goering, H. y P. Van
Soest. 1972. Análisis de fibra de forraje. 41 p.
Universidad Agraria La Molina, Lima, Perú.

Hazard T., S. 1997.
Variación de la composición de la leche. p. 33-44.
Serie Carillanca Nº 62. In Curso-Taller Calidad de
leche e interpretación de resultados de
laboratorio. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Centro
Regional de Investigación Carillanca, Temuco,
Chile.

Hoden, A.; B. Marquis, et
F.X. De La Foye, 1987. Ensilages de mais et de tréfle
violet pour vaches laitiéres. Bulletin Techique Centre de
Recherches Zoologiques et Veterinaires de Theix (INRA) 67:
33-37.

INE. 1997. VI Censo Nacional
Agropecuario. Resultados preliminares. 443 p. Instituto Nacional
de Estadísticas, Santiago, Chile.

Kaneko, J. J. 1989.
Clinical biochemistry of domestic animals. p. 886-889. Academic
Press, New York, USA.

Lessard, J. and L.
Fisher. 1980. Alfalfa fed as formic – acid – treated silage,
dehydrated pellets or hay in mixed rations with corn silage for
lactating cows. Can. J. Anim. Sci. 60: 945-951.

Montgomery, M.,
H. Baxter, and B. Bearden. 1976. Corn silage supplementation for
maximun intake and milk production. J. Dairy Sci. 59:
1915-1922.

Moran, J. B. and W. N.
Wamungai. 1992. Maize silage for the pasture – fed dairy cows. A
comparison between grazed annual pastures and feedlotting in the
winter. Australian Journal of Experimental Agriculture 32:
301-309.

N. R. C. 1988. Nutrient
requirements of dairy cattle. 158 p. 6 th ed. Nationa1
Research Counci1. National Academy of Sciences, Washington D. C.,
USA.

ODEPA. 1999. Mercados
Agropecuarios Nº 16. 80 p. Ministerio de Agricultura,
Oficina de
Estudios y Políticas
Agrarias. Santiago, Chile.

Ortega, F., O. Romero,
y R. Galdamez. 1991. Evaluación
de cultivares de trébol rosado (Trifolium pratense
L.) en la IX Región. Agricultura Técnica ( Chile)
51: 138-144.

Siegel, S. 1972.
Estadística no paramétrica. 346 p.
Editorial Trilla, México.

Thomas, C., K. Aston,
and S. Daley. 1985. Milk production from silage. 3. A comparison
of red clover with grass silage. Animal Production 41:
23-31.

Van Soest, P.J., and R.H.
Wine. 1967. Use of detergents in the analysis of fibrous feed.
IV. The determination of plant cell wall constituents. Journal
Assoc. Official of Analytical Chem. 50: 55

Wernli, C., C. Pedraza,
I. Bustos, y A. Atria. 1984. Un método para calificar el
estado de gordura en vacas y vaquillas. Investigación y
Progreso Agropecuario La Platina. Nº 24 p. 50-57.

Wittwer, F. y P.
Contreras. 1980. Consideraciones sobre el empleo de los
perfiles metabólicos en el ganado lechero. Archivo de
Medicina
Veterinaria
12: 180-188.

Publicación original. Agric.
Téc.
[online]. jul. 2001, vol.61, no.3 [citado 12
Junio 2007], p.306-318. Disponible en la World Wide
Web: <>.
ISSN 0365-2807.
Reproducción autorizada por: Revista
Agricultura Técnica, hriquelm[arroba]inia.cl

Sergio Hazard T. 2, María Sol
Morales S. 3, Norberto Butendieck B. 2,
Patricia Gómez A. 4, Pablo Mardones M. 2

1Recepción de originales: 16
de diciembre de 1999.
Trabajo
presentado a la XXIV Reunión Anual de la Sociedad
Chilena de Producción Animal
2 Instituto de
Investigaciones Agropecuarias (INIA), Centro Regional de
Investigación Carillanca, Casilla 58 D, Temuco, Chile.
3 Universidad de Chile,
Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Casilla 2, Correo
15, Santiago, Chile.
4 Casilla 40, Villarrica,
Chile.

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter